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Letra actual de la canción
Cuando era como vos me enseñaron los viejos <br />y también las maestras bondadosas y miopes <br />que libertad o muerte era una redundancia, <br />a quién se le ocurría en un país <br />donde los presidentes andaban sin capanga. <br />Que la Patria o la tumba era otro pleonasmo <br />ya que la Patria funcionaba bien; <br />en las canchas y en los pastoreos. <br /><br />Realmente, Botija, no sabían un corno, <br />pobrecitos creían que, libertad <br />era tan sólo una palabra aguda <br />que muerte, era tan sólo grave o llana, <br />que cárceles, por suerte una palabra esdrújula <br />olvidaban poner el acento en el hombre. <br /><br />La culpa no era exactamente de ellos, <br />sino de otros más duros y siniestros <br />y estos sí, como nos ensartaron <br />en la limpia república verbal y cómo idealizaron <br />la vidurria de vaca y estancieros <br />y cómo nos vendieron un ejército <br />que tomaba su mate en los cuarteles. <br /><br />Uno no siempre hace lo que quiere <br />uno no siempre puede, por eso estoy aquí, <br />mirándote y echándote de menos. <br />Por eso es que no puedo despeinarte el coco, <br />ni ayudarte con la tabla del nueve <br />y acribillarte a pelotasos. <br /><br />Vos sabes bien que tuve que elegir <br />otros juegos y que los jugué en serio. <br />Y jugué, por ejemplo, a los ladrones <br />y los ladrones eran policias <br />y jugué, por ejemplo, a las escondidas <br />si te descubrían te mataban <br />y jugué a la mancha y era de sangre. <br /><br />Botija, aunque tengas pocos años, <br />creo que hay que decirte la verdad <br />para que no la olvides, por eso <br />no te oculto que me dieron picana <br />que casi me revientan los riñones. <br />Todas estas llagas, hinchazones y heridas <br />que tus ojos redondos miran hipnotizados <br />son durísimos golpes, son botas en la cara <br />demasiado dolor para que te lo oculte, <br />demasiado suplicio para que se me borre. <br /><br />Pero también es bueno que conozcas <br />que tu viejo calló o puteó como un loco <br />que es una linda forma de callar <br />que tu viejo olvidó todos los números, <br />por eso no podría ayudarte en las tablas <br />y por lo tanto olvidé todos los teléfonos <br />y las calles y el color de los ojos, <br />y los cabellos y las cicatrices <br />y en qué esquina y en qué bar, <br />qué parada, qué casa. <br />Y acordarme de tí, <br />de tu carita me ayudaba a callar, <br />una cosa es morirse de dolor <br />y otra cosa morirse de verguenza. <br /><br />Por eso ahora, me podés preguntar <br />y sobre todo puedo yo responder. <br />Uno no siempre hace lo que quiere <br />pero tiene el derecho <br />de no hacer lo que no quiere. <br />Llora no mas, Botija, <br />son macanas que los hombres no lloran, <br />aquí lloramos todos, <br />gritamos, chillamos, moqueamos, berreamos, <br />maldecimos, porque es mejor llorar que traicionar, <br />porque es mejor llorar que traicionarse, <br />llorar, pero no olvidés.
Letra nueva de la canción
Cuando era como vos me enseñaron los viejos <br />y también las maestras bondadosas y miopes <br />que libertad o muerte era una redundancia, <br />a quién se le ocurría en un país <br />donde los presidentes andaban sin capanga. <br />Que la Patria o la tumba era otro pleonasmo <br />ya que la Patria funcionaba bien; <br />en las canchas y en los pastoreos. <br /><br />Realmente, Botija, no sabían un corno, <br />pobrecitos creían que, libertad <br />era tan sólo una palabra aguda <br />que muerte, era tan sólo grave o llana, <br />que cárceles, por suerte una palabra esdrújula <br />olvidaban poner el acento en el hombre. <br /><br />La culpa no era exactamente de ellos, <br />sino de otros más duros y siniestros <br />y estos sí, como nos ensartaron <br />en la limpia república verbal y cómo idealizaron <br />la vidurria de vaca y estancieros <br />y cómo nos vendieron un ejército <br />que tomaba su mate en los cuarteles. <br /><br />Uno no siempre hace lo que quiere <br />uno no siempre puede, por eso estoy aquí, <br />mirándote y echándote de menos. <br />Por eso es que no puedo despeinarte el coco, <br />ni ayudarte con la tabla del nueve <br />y acribillarte a pelotasos. <br /><br />Vos sabes bien que tuve que elegir <br />otros juegos y que los jugué en serio. <br />Y jugué, por ejemplo, a los ladrones <br />y los ladrones eran policias <br />y jugué, por ejemplo, a las escondidas <br />si te descubrían te mataban <br />y jugué a la mancha y era de sangre. <br /><br />Botija, aunque tengas pocos años, <br />creo que hay que decirte la verdad <br />para que no la olvides, por eso <br />no te oculto que me dieron picana <br />que casi me revientan los riñones. <br />Todas estas llagas, hinchazones y heridas <br />que tus ojos redondos miran hipnotizados <br />son durísimos golpes, son botas en la cara <br />demasiado dolor para que te lo oculte, <br />demasiado suplicio para que se me borre. <br /><br />Pero también es bueno que conozcas <br />que tu viejo calló o puteó como un loco <br />que es una linda forma de callar <br />que tu viejo olvidó todos los números, <br />por eso no podría ayudarte en las tablas <br />y por lo tanto olvidé todos los teléfonos <br />y las calles y el color de los ojos, <br />y los cabellos y las cicatrices <br />y en qué esquina y en qué bar, <br />qué parada, qué casa. <br />Y acordarme de tí, <br />de tu carita me ayudaba a callar, <br />una cosa es morirse de dolor <br />y otra cosa morirse de verguenza. <br /><br />Por eso ahora, me podés preguntar <br />y sobre todo puedo yo responder. <br />Uno no siempre hace lo que quiere <br />pero tiene el derecho <br />de no hacer lo que no quiere. <br />Llora no mas, Botija, <br />son macanas que los hombres no lloran, <br />aquí lloramos todos, <br />gritamos, chillamos, moqueamos, berreamos, <br />maldecimos, porque es mejor llorar que traicionar, <br />porque es mejor llorar que traicionarse, <br />llorar, pero no olvidés.
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