Dedicar Letra El Guerrero De La Rima de Nach Scrath

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 te dedica El Guerrero De La Rima de Nach Scrath y te envía el siguiente mensaje:

Mensaje
Has visto muchas cosas y no temes la muerte pero algunas veces la deseas, ¿no es cierto? Eso les pasa a los hombres que han visto lo que hemos visto. Como las vívoras, vamos muriendo, reconocer la vida en cada sorbo de aire, en cada taza de té, en cada muerte que causamos... ese es el camino del guerrero"

El guerrero de la rima nunca se desanima,
se apoya en fuerzas divinas pero no las subestima.
Su alma es como un ave y él vuela,
desvela claves y sabe que hay fuera
fieras esperan que muera.
Aunque duelan los motivos, su objetivo cumple sin incertidumbre,
no sucumbe hasta vislumbre la cumbre
y tumbe al mal brutal en un ritual combativo,
permaneciendo en guardia aunque parezca dormido.
Se siente vivo y da gracias
y no hay lugar que le pueda intimidar bajo ninguna circunstancia.
Entrena y la pena no frena su emblema, paciencia,
para él todo es posible con práctica y experiencia.
Perseverancia, confianza, poder preciado,
armado con dictados alados aliados al lado.
Legado de vivencias,
experiencias, de un pasado que marcó su espíritu,
no le pierde el ímpetu, tampoco el tedio, se muestra serio,
toma cada decisión con tensión pero sin nervios,
pone remedio al desánimo y no culpa al prójimo,
viendo grandes verdades en los detalles anónimos,
recorre ciudades, se enfrenta a sus rivales,
conoce sus defectos y también sus cualidades,
ante las dificultades siempre se esfuerza y se crece,
si se desvanece y perece se lo merece.
Cuando su don establece nadie puede superarlo,
permanece en silencio si intentan impresionarlo,
aprende de sí mismo, a veces lucha con quien quiere.
Su dolor no le hiere, prefiere ser él el que espere
a que sus fieles papeles le llenen de paz y de gloria,
y si vence lo celebra pero no se vanagloria.
Para él cada victoria es otro paso hacia la cima.
Estos son los designios del guerrero de la rima.

[Estribillo]
Y no hay quien le pueda vencer.
Saber aprender del ayer.
Buscar la luz entre las sombras.
Si alguien le nombra
estar allí para responder.
Nada que temer, nada que perder
cuando la espada está afilada y la mirada que acorrala es cruel,
cuando nada quiero y nada espero.
En el camino del guerrero sólo la palabra es fiel.

El guerrero es sabio, hace del escenario un santuario:
cielo de discípulos, infierno de adversarios.
Vive con la presión y no le daña,
su razón es una acción de una reacción instantánea.
Lo que el guerrero enseña no puede hacerlo solo,
necesita compañeros con quien luchar codo a codo.
De ese modo su poder se multiplica, se aplica
y sale en busca de consejo si las cosas se complican.
En su silencio medita y actúa con firmeza,
ama la naturaleza respetando su belleza.
El guerrero es como el agua y fluye, nunca huye,
ni martillos ni cuchillos le destruyen,
los esquiva con frialdad, exhibe seguridad, tranquilidad
y hace de cada nuevo día una nueva oportunidad.
Aunque sienta miedo arriesga de forma intachable,
nada es inalcanzable, no acepta lo inaceptable.
Así prepara sus armas, no se conforma con dar más,
recobra la calma cuando da forma y adorna su obra.
Su rap no entiende de normas ni dogmas,
lo que ve y lo que vive así lo escribe y lo transforma.
Sin religión ni tregua su creación le alegra,
el guerrero jamás piensa en que dirán las malas lenguas,
recorre leguas y trata a todos por igual,
para el guerrero el respeto es algo fundamental.
Quemó recuerdos manchados de miedos y temores
porque falló, mintió, retrocedió y sufrió temblores,
asimiló sus errores como parte de la vida,
su esperanza y su fe nunca se vieron corrompidas,
ni heridas por el odio de otros
que envidiaban logros firmados con su puño y letra. Sobre sus hombros
cargó el peso de sus metas
prohibiéndose descansar hasta dejarlas completas.
Apoyado en el poder de un micrófono camina,
estos son los designios del guerrero de la rima.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
[Estribillo]
Y no hay quien le pueda vencer.
Saber aprender del ayer.
Buscar la luz entre las sombras.
Si alguien le nombra
estar allí para responder.
Nada que temer, nada que perder
cuando la espada está afilada y la mirada que acorrala es cruel,
cuando nada quiero y nada espero.
En el camino del guerrero sólo la palabra es fiel.

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