Hoy no quisiera dejar que pase la ocasión
de que tú sepas de verdad quién soy.
Enséñame tu libertad,
las putas bragas y el DNI.
Ábreme tus puertas; déjame ver que hay ahí,
meterme en tí, meterme en tí.
Lo quiero todo de tí: comerme tu glamour...
Más claro no puedo ser; más cabrón, tal vez.
Déjame ser Robin Hood
en tu bosque de Sherwood,
y que mis flechas hagan diana en tí,
mujer rural. Mujer brutal.
Descuélgate, sí, y sube a mi autobús.
El fuego está encendido ya.
No te lo pienses:
vamos ven, bájate a mis calderas.
Hoy no quisiera pasar por alto la ocasión
de que te lleves algo más de mí.
Sorpréndeme y di que sí,
que no te vas a arrepentir.
Déjame ser Robin Hood
en tu bosque de Sherwood,
mujer rural. Mujer brutal.
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