Cuando llego tú te vas.
Dando palos de ciego me acerco a tu pelo con cierta inseguridad. Me abro paso y tanteo, no sea que el miedo me vuelva a dejar atrás.
Cuando llego tú te vas.
No me callo aunque quiero. Si lo hago reviento y no te quiero salpicar. No abandono y prefiero que pases primero para verte por detrás.
Cuando llego tú te vas.
No hago caso y te espero cerquita del fuego por si quieres calentar tu corazón de hielo, que tanto frío no es bueno... Cuando llego tú te vas.
Cuando llego tú te vas.
|