Yo soy un pobre pastor, que del monte aquí bajé, llevo un cordero en los brazos a Jesús de Nazareth.
Venid ya, venid ya. Vamos ya, vamos ya. Venid ya, venid ya, a adorar, a adorar,
al Rey de los Cielos, al Rey de los Cielos, que ha nacido ya;
al Rey de los Cielos, al Rey de los Cielos, que ha nacido ya.
Lo mejor de mi cosecha aquí le vengo a traer, al Niño recién nacido, a Jesús de Nazareth.
Los tres Reyes del Oriente, se aproximan al portal, a ofrecer sus corazones al Cordero celestial.
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