Levántate campesino, Trabajador mexicano, Se están llevando tus frutos, Se están robando tus granos, Y todo lo que produces, Es para bien de los amos.
Te engañan con la semilla, Y te roban la cosecha, Y mientras te mueres de hambre, Los patrones se aprovechan, Ellos van por carreteras, y tu caminas por brechas
Los surcos que vas abriendo, Se dibujan en tu cara Y en tus espaldas se marcan, El azadón y la pala, Y los ricos te agradecen, Con represión y con balas.
Vas abonando la tierra, Con el sudor de tu frente, Pa´ que venga y te arrebate, su fruto el terrateniente, Devoran tus intestinos, Chupan tu sangre caliente.
Tu que conoces el rumbo, Del sol y de las estrellas, Tendrás que hallar el camino, Para romper las cadenas, Para que puedas ser libre, Y así terminen tu penas
Escucha el grito de Villa, de Zapata y Jaramillo, Que te sacudas el freno, y que rompas el cabrestillo, Que te conviertas en tigre, Y dejes de ser conejillo.
Somos millones de brazos, Y templados corazones, Y aunque ellos tengan la tropa, Y fusiles y cañones, Tenemos la mayoría, y nos sobran las razones.
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