Que nadie piense en mí, soy diferente hoy, aquel que me llenó la vida ya no vive aquí. La voz que me cantó al oído ya se marchitó y el sol de su mirada ya se fué.
Que nadie piense en mí que nada cambiará. Volver a comenzar es imposible. Se me apagó la voz aquella tarde y no me queda nada que decir.
Tan sólo recordar que un día fui volcán entre sus brazos, que me llenó de amor y puso mil caricias en mis manos. Pero todo acabó, ya todo terminó y quedan mil heridas en el alma.
Era mi vida él, mi primavera él y mi mañana,
mi cielo siempre azul, mi corazón, mi gozo y mi palabra. Y un día se marchó y todo terminó y me dejó esperando en la ventana.
Que nadie piense en mí, soy diferente hoy, aquel que compartió mis sueños ya no vive aquí. Crecieron alas en su alma y se echó a volar y nunca más ha vuelto por aquí. Que nadie me repita la palabra amor volver a ser feilz es imposible, murieron tantas cosas esa tarde que no me queda nada por vivir.
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