Senora bonita hay algo en su boca; hay algo en su cuerpo que al verla que cruza amor me provoca.
Senora bonita usted me castiga, y aunque no me quiera le digo mil veces que Dios la bendiga.
Senora bonita su cara es dulzura; mis brazos le ofrecen el discreto instante de una aventura.
Senora bonita yo siempre la sueno mire que ironia: yo amandola tanto y usted tiene dueno.
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