A los que nos ha tocado tanta miseria
estas mascaras negras, negras,
son nuestras armas, nuestros gritos y nuestros nombres
abrazamos lo que tenemos lo que nos quitan a diario
con esa tinta roja con estas cartas nuestras cartas
encendidas por el odio apagadas por el llanto
convertida en la ceniza que hoy sana nuestras llagas traspasadas
marco de antaño en estas
cansadas manos la vieja historia
donde olvidados hablan tras horizontes rotos
y siguen huyendo rio arriba
donde el ruido se esconde otra vez.
Escritas en mi piel, expuestas vidas al dolor,
junto a ese grito, que traspaso el cielo,
son la cicatriz al aire de nuestras sombras,
de nuestras mascaras perpetuas
y despues preguntan: porque no crees en nadie mas?
porque no sientes?, porque no amas?,
y no comprendo, por que aun me dicen que no estoy solo?
si ya el tiempo no traiciono.
A los que nos ha tocado tanta miseria
estas mascaras negras, negras,
son nuestras armas, nuestros gritos
y nuestros nombres
abrazamos lo que tenemos
lo que nos quitan a diario
en la gran biblioteca de la memoria
donde estas almas negras
son nuestras voces mil temores
en nuestras cartas
abrazamos lo que tenemos
lo que nos quitan a diario, a diario.
|