Con tus ojos me escudriñas Me evalúas, disectas, condenas
Con tu voz cortada me enseñas por donde pasa el cerco de púas que tendiste a tu alrededor
Con tu desprecio, me espantas como a un perro sin amo manso a punta de patadas
Y pueda que tengas razón cuando vos ves lo que ves cuando me ves
Y yo sigo aquí esperando a que movas un puto dedo. una señal y abrir de par en par tu universo para mí Y yo sigo aquí en silencio atento a las puntas de tu alas un breve tremor la incitación a escuchar en mi pecho tu corazón.
|