Eran otros tiempos, era otra la historia, no había medalla, sólo hambre de gloria. Sólo se jugaba por la camiseta, como en el potrero taquito y gambeta.
Y vino la Copa, llegó la primera con el Matador, envuelto en banderas. La gente alentaba en cada partido, hubo papelitos por cada latido.
Después vino el Diego y tocamos el cielo, nos trajo la Copa cumpliendo su sueño. Y en cada garganta gritó en cada esquina: ?¡Es un sentimiento, vamos Argentina!
Tanta gloria, tanto fútbol desplegado por el mundo y en cada gol, la pasión y la emoción. Sigamos gritando, sigamos creyendo, sigamos confiando que al fin ganaremos, es nuestra bandera, la defendemos, mostremos al mundo que juntos podemos.
Tanta gloria, tanto fútbol desplegado por el mundo y en cada gol, la pasión y la emoción.
|