(Hebreos 10:24, 25)
1. Al animarnos mutuamente a ser leales a Jehová, se fortalecen nuestros lazos de amor, fraternidad y paz. Por el cariño que nos une, cobramos fuerzas y valor. Remanso donde refugiarnos es la congregación de Dios.
2. Es la palabra dicha a tiempo un bálsamo consolador que amigos fieles y queridos le aplican a tu corazón. ¡Qué bueno trabajar unidos con quienes aman a Jehová! Comparte sus pesadas cargas, confórtalos con tu amistad.
3. Las pruebas claro lo demuestran: se acerca el día de Jehová. Hoy más que nunca es importante reunirse con asiduidad. Servir a Dios es nuestro anhelo, honrarlo por la eternidad. Por eso, junto a tus hermanos, mantén la fe y la integridad.
(Véanse también Luc. 22:32; Hech. 14:21, 22; Gál. 6:2; 1 Tes. 5:14.)
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