(Salmo 18:25)
1. Siempre fieles a Jehová Dios, quien merece nuestro amor, cumpliremos sus mandatos con lealtad y devoción. Dios es fiel y verdadero, es escudo, gloria y sol; él nos guía, nos alumbra y nos da su protección.
2. Siempre fieles al hermano que necesitado está, correremos en su ayuda al instante, sin dudar. Con bondad y con respeto hemos siempre de tratar a los grandes, a los chicos, a la entera hermandad.
3. Siempre fieles a los hombres que ha nombrado el Gran Pastor, seguiremos obedientes su amorosa dirección. Dios concede mil favores a quien muestra lealtad, a quien sirve con Su pueblo en completa unidad.
(Véanse también Sal. 149:1; 1 Tim. 2:8; Heb. 13:17.)
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