Cuando amanece el día digo: qué suerte tengo de ser testigo, como se acaba con la noche oscura que dio a mi tierra dolor y amargura.
Y ahí veo al hombre que se levanta, crece y se agiganta.
Cuando amanece el día siento que tu cariño crece con el tiempo y ha de entregarme una mano en el pelo y ha de entregarme dolor y consuelo.
Cuando amanece el día digo a mis dos hijos que traigan la luz de sus miradas para iluminar tanta esperanza de trabajo y pan.
Cuando amanece el día pienso en el mitin de las seis en el centro donde estará todo el pueblo gritando: ¡a defender lo que se ha conquistado
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