ni una estrella celosa ni un rayo misterioso seguís perdiendo el tiempo cuando se apague el día desde el azul del cielo te miraré pasar perdida
ya vas a ver que cuando aquieten tus heridas todo, todo, no se olvida
lo mismo que el rocío que se lo bebe el día vos desaparecías el día que me quieras ya no estaré en tu vida y nunca seré tuyo, ni un día
ya vas a ver que cuando aquieten tus heridas todo, todo, no se olvida
viento: ¿no contás nada del amor perecedero? decile que no la quiero y que no siga enamorada que no esté desconsolada porque no es mío el amparo yo no puedo dar reparo a sus flores olvidadas
ya vas a ver que cuando aquieten tus heridas todo, todo, no se olvida
|