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Rocío Jurado La Noche
En vilo entre la arena y el lucero,
la risa por el llanto desgarrada,
así está la mujer que ama a un torero
herida y sin herir por la cornada.

Las tardes, cuando el sol y los claveles
palpitan en la cal como un latido,Giro el anillo sobre mi dedo
y estuve a punto de amortajarme...
la noche entera se despojaba
sobre la calle, sobre la calle.

- ¡Me voy ahora!
- ¡No! ¡Por los clavos de Cristo!
¡Quédate! ¡Quédate! ¡Quédate!
¡Quédate! ¡Quédate!
Entre mis pulsos corría un perro
sucio de sangre
- ¡No! ¿No me dejes...!
- Mi vos estaba
llena de miedos y de cristales...Giro el anillo sobre mi dedo
y estuve a punto de amortajarme...
la noche entera se despojaba
sobre la calle, sobre la calle.

- ¡Me voy ahora!
- ¡No! ¡Por los clavos de Cristo!
¡Quédate! ¡Quédate! ¡Quédate!
¡Quédate! ¡Quédate!
Entre mis pulsos corría un perro
sucio de sangre
- ¡No! ¿No me dejes...!
- Mi vos estaba
llena de miedos y de cristales...
- ¡Porque yo fuera de ti en el mundo
no tengo a nadie, no tengo a nadie!
No tengo a nadie
No tengo a nadie
hubo un silencio...
sobre mi boca
cayó la tuya...
después, el aire
movió el visillo, como bandera
blanca de paces...
fuera, la noche se desangraba
sobre la calle, sobre la calle...
- ¡Porque yo fuera de ti en el mundo
no tengo a nadie, no tengo a nadie!
No tengo a nadie
No tengo a nadie
hubo un silencio...
sobre mi boca
cayó la tuya...
después, el aire
movió el visillo, como bandera
blanca de paces...
fuera, la noche se desangraba
sobre la calle, sobre la calle...
se han clavado el puñal de cien carteles
el guapo que hoy torea: ¡es tu marío!
No piensan en la pena que te abraza
la sién, el paladar y la cintura
ahogandose minuto por minuto
ahogandose minuto por minuto.

Y tú ves el anillo de la plaza
así te escondas en la cueva oscuraGiro el anillo sobre mi dedo
y estuve a punto de amortajarme...
la noche entera se despojaba
sobre la calle, sobre la calle.

- ¡Me voy ahora!
- ¡No! ¡Por los clavos de Cristo!
¡Quédate! ¡Quédate! ¡Quédate!
¡Quédate! ¡Quédate!
Entre mis pulsos corría un perro
sucio de sangre
- ¡No! ¿No me dejes...!
- Mi vos estaba
llena de miedos y de cristales...
- ¡Porque yo fuera de ti en el mundo
no tengo a nadie, no tengo a nadie!
No tengo a nadie
No tengo a nadie
hubo un silencio...
sobre mi boca
cayó la tuya...
después, el aire
movió el visillo, como bandera
blanca de paces...
fuera, la noche se desangraba
sobre la calle, sobre la calle...
y Abril que siempre amor..
te sabe a luto
y Abril que siempre amor..
te sabe a luto.

Así está la mujer que ama a un torero,
Así está la mujer que ama a un torero.