No extrañéis, no, que se escapen suspiros de mi garganta, la jota es alegre ó triste según está quien la canta.
¡Ay, canto alegre de mi país, tal vez ya nunca te vuelva á oir; pero si acaso no te oigo más, siempre en el alma resonarás!
Todos. Esta es la jota de mi país, que á todas horas me gusta oir; sigue con ella y ya verás; al fin y al cabo te alegrarás.
Leo. Como los pájaros cantan las penas de sus amores, así canto yo la jota para aliviar mis dolores
Ay! canto alegre de mi país etc.
|