Guitarras...lloren guitarras... violines...lloren igual, no dejen que yo me vaya con el silencio de su cantar.
Gritemos a pecho abierto un canto que haga temblar al mundo que es el gran puerto donde unos llegan y otros se van.
Ahora me toca a mí dejarlas, ahora me toca a mí marchar, guitarras, lloren guitarras... que ahí queda lleno de amor prendido de cada cuerda, llorando a mares...mi corazón.
|