Cuando me encuentres cansado y en un camino perdido, cuando mi alma se apague, dame la mano, amigo.
Fui como el pájaro errante que nunca encontró su nido; fui como un perro sin amo que nunca tuvo cariño.
Y siempre nacen las flores, y siempre nieva en invierno. Voy siguiendo mi camino, y a más que vivo, más muero.
Y aunque mi rostro no tenga las huellas que deja el tiempo, yo he andado mil caminos y aun viviendo estoy muerto.
Y siempre nacen las flores, y siempre nieva en invierno. Voy siguiendo mi camino, y mientras vienen, yo vuelvo.
Y no quisiera perderte, juventud, amante mía, y ya siento que te alejas poco a poco de mi vida.
Y siempre nacen las flores, y siempre nieva en invierno. Voy siguiendo mi camino, y mientras vienen yo vuelvo.
Y siempre nacen las flores, y siempre nieva en invierno. Voy siguiendo mi camino, y a más que vivo, más muero.
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