Fué un momento sereno desprendido del tiempo tu mirada de fuego encendida en mi mal.
Me estabas frenando por dentro y por fuera y tu primavera me hacía temblar.
Fué en un cielo lejano una tierra caliente un soplo de viento una lluvia de abril.
Y un nuevo vestido que envuelve y que besa que acaricia y no pesa ni te deja fingir.
Medianoche en mi mente desde todos los siglos mediodía en tu alma que brindaba calor. Y una casa infinita y un pedazo de gloria así fué nuestra historia así fué nuestro amor.
Y una música blanca que volaba en la arena y un volcán en las venas de placer y dolor.
Y una casa infinita y un pedazo de gloria así fué nuestra historia así fué nuestro amor.
|