Se deshila el sol tras el ocre del otoño y en la soledad vuelvo a recordar tus ojos, milagro de azul tan intensos por el llanto dulces al mentir, que no sufrimos tanto.
Y me veo ante ti destrozado peor entero exigiéndome que te diga no te quiero repitiéndome que tenemos que ser fuertes, que un amor se va y otro llega siempre, siempre.
Pero que tristeza cuando no estas y te quiero ver solo puedo hacer tonadas de amor, pensarte y llorar caminar la playa y oír que el viento y el viejo mar que salo tus besos, ruge plomizo que ya no estas.
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