No se supo de que barrio pero cuando todo estaba oscuro ella llegó bajo la luz del alba. Y con su creyón de labios dibujó señales en los muros, quiso pintar lo que sintió su alma.
Y pintó y pintó por todas partes miles de peces de un solo color y llenó las calles con su graffiti de amor.
Cuando amaneció flotando la ciudad inundada de dibujos nadie entendió quién se atrevió a tanto. Unos la fueron buscando y otros iban borrando los muros y ella siguió y hasta pintó los autos.
Y pintó y pintó por todas partes miles de peces de un solo color y llenó las calles con su graffiti de amor.
Por eso fue que borraron edificios, muros y vidrieras y hasta una Luna que un niño dibujó en la acera. Desde entonces prohibieron dibujar lo que sentía el alma, para cuidar y encadenar la calma.
Y como no le dejaron sitios donde dibujar su dolor, se rayó su cuerpo con un tatuaje de amor, se rayó su cuerpo con un tatuaje de amor.
|