Esta súplica se ahoga en el barro,
esta súplica se ahoga en el barro
esperando que su llanto pueda abrir tus brazos.
Quizás ya no estés ahí, quizás ya no estés ahí....
En el lodo amargo la existencia
se desquiebra en manos del dolor,
donde emanan tristes las eternas condenas
que llenan de rabia la voz.
Amo del mundo, amo del mundo
tan cerca del fin,
quizás ya no estés ahí, quizás yo no estés ahí...
amo del mundo,
de los que velan por ti, a los que han huido
nada has aprendido hasta sucumbir
Esta súplica se ahoga en el barro,
en el negro feudo, en la prisión
de implacables miserias que resisten su calvario
mientras miro el caos alrededor,
esta súplica, este llanto,
no puede abrir, no puede abrir tus brazos,
Amo del mundo, amo del mundo
tan cerca del fin,
quizás ya no estés ahí, quizás yo no estés ahí...
amo del mundo,
de los que velan por ti, a los que han huido
nada has aprendido hasta sucumbir
siente la herida de los sueños sobre su veracidad
miente, su nombre se hace fuerte,
tiembla sin mirar atrás
En sus brazos se desgarran los epígrafes de rabia
tatuados con los labios que besaron la desgracia
y los días no son días,
ya no hay noches, ya no hay vida
y aún si vida en sus ojos
los deseos son tan poderosos...
Amo del mundo, amo del mundo
tan cerca del fin,
quizás ya no estés ahí, quizás yo no estés ahí...
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