Un rancho casi en el cielo
allá por la tarahumara
apenas alcance a ver
cuando en mi sesna volaba
que llegaban federales
y un piquete de la armada.
Llamado rancho San Pedro
así me lo bautizaron
el nombre le hacia el honor
por lo que ahí se encontraron
la prensa y otros dolientes
en clave lo divulgaron.
En el jardín de San Pedro
había una planta sagrada
y mil angelitos blancos
en la capilla privada
yo pensaba que a la gloria
el diablo no se arrimaba.
Me les pele de las manos
doy gracias a mi avioneta
me acompañaba la suerte
y todavía no me deja
ahora creo que tiene un precio
y muy alto mi cabeza.
En los diarios de la droga
de la procuraduría
se escriben mil opiniones
que el rancho de quien seria
que estando cerca del cielo
quienes lo protegerían.
Por apodo me pusieron
el invencible sagrado
yo se que merezco mas
con eso me he conformado
no me busquen en Chihuahua
que ya salí del estado.
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