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Diomedes Díaz El martir
Le pidieron centavos de oro,le pidieron la vida completa y
él se la entrego, la entrego no había noche
que no la espera en un parque cerca de su casa, y allí se
quedó, se quedó le pidieron cantar sus canciones
y enseguida cogió su guitarra y empezaba a soñar
con su voz si la luna pedía se la daba,no había nada,nada
le entregaba la luna y el sol, es el sol
El mártir suspira allá en al arena,
el mártir no pensaba en el dolor
quizá lo quiso tanto que su vida
más nunca fue la misma se acabó.

Y en la iglesia ya se va a casar
con un hombre distinto porque
no se puede entregar el corazón
le había dicho su madre una vez.

Por que lo hiciste, yo jamás pedí que me adoraras
por que te obligaron a mentirme, y que pude hacerles yo
por que Dios mío, si era tan difícil engañarme
ojalá tu seas feliz y nadie te haga pagar tu traición.

El mártir, solitario se va
mas nunca vuelve a creer en el amor (bis)

Le pidieron besar el silencio
y corría a buscar el camino de la soledad, soledad
los momentos más lindos vivía,
él creyó ser la envidia de todos
y ese fue el error de un mortal
le pidieron borrar su inocencia
y empezó a conocer la malicia
a olvidarse de Dios, de su Dios
no quería ni acordarse del pueblo,
los amigos nobles y sinceros
él los olvido, se olvido.

El mártir llora herido su tristeza
el mártir de su historia es perdedor
quizás el día que supo la noticia
su risa para siempre se apagó.

Y en la iglesia guirnaldas se ven
y a una novia le dan bendición
no entendía como pudo fingir
porque fue de tan mal corazón.

Por que lo hiciste, yo jamás pedí que me adoraras
por que te obligaron a mentirme, y que pude hacerles yo
por que Dios mío, si era tan difícil engañarme
ojalá tu seas feliz y nadie te haga pagar tu traición.

El mártir, solitario se va
mas nunca vuelve a creer en el amor (bis)