Cuando salimos de Kansas
con la fuerte novillada
hay que trabajos pasamos
por aquella gran manada.
Quinientos novillos eran
todititos muy livianos
no los pudieron parar
un chingal de americanos.
En la hacienda de palomas
se soltó un toro bragado
y el caporal lo lazo
en su caballo enmielado.
La mamá de un vaquero
le pregunta al caporal
que razón me da de mi hijo
que no lo he visto llegar.
Señora si le dijera
se pondría usted a llorar
a su hijo lo mató un toro
en las trancas de un corral.
Ya con esta me despido
ya no tengo que cantar
estos versos los compuso
don Simón el caporal.
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