Traducción de la letra 2 minutos para medianoche de Junk Yard

Idioma Origen:

Matar por lucro o disparar para lesionar,
pero no necesitamos una razón,
algún oscuro orgullo se quema en el interior,
de ese caparazón de sangrienta traición,
aqui está mi pistola para un poco de diversión,
por el amor de los muertos vivientes.

La raza de asesinos o la semilla del demonio,
el glamour la fortuna el dolor,
ve a la guerra otra vez la sangre es la mancha de libertad,
pero nunca mas supliques por mi alma.

2 minutos para medianoche,
las manos que amenazan el destino,
2 minutos para medianoche,
para matar al no nacido en el vientre.

Los ciegos gritan dejando las criaturas escapar,
les mostraremos a los incrédulos los gritos explosivos de llamas humanas,
de una fiesta de primera al estilo Belsen,
mientras los responsables de la matanza cortan su carne y lamen su salsa,
nosotros lubricamos las mandíbulas de la maquina de guerra.

Los sacos de cuerpos y los harapos de niños partidos a la mitad,
y los blandos cerebros de los que sobran,
para señalarte con el dedo,
mientras los hombres locos juegan con palabras,
y nos hacen a todos bailar con su música,
es la melodia de millones de hambrientos para hacer un mejor tipo de arma.
Idioma Destino:

Matar por lucro o disparar para lesionar,
pero no necesitamos una razón,
algún oscuro orgullo se quema en el interior,
de ese caparazón de sangrienta traición,
aqui está mi pistola para un poco de diversión,
por el amor de los muertos vivientes.

La raza de asesinos o la semilla del demonio,
el glamour la fortuna el dolor,
ve a la guerra otra vez la sangre es la mancha de libertad,
pero nunca mas supliques por mi alma.

2 minutos para medianoche,
las manos que amenazan el destino,
2 minutos para medianoche,
para matar al no nacido en el vientre.

Los ciegos gritan dejando las criaturas escapar,
les mostraremos a los incrédulos los gritos explosivos de llamas humanas,
de una fiesta de primera al estilo Belsen,
mientras los responsables de la matanza cortan su carne y lamen su salsa,
nosotros lubricamos las mandíbulas de la maquina de guerra.

Los sacos de cuerpos y los harapos de niños partidos a la mitad,
y los blandos cerebros de los que sobran,
para señalarte con el dedo,
mientras los hombres locos juegan con palabras,
y nos hacen a todos bailar con su música,
es la melodia de millones de hambrientos para hacer un mejor tipo de arma.