Traducción de la letra La Despedida de Gian Franco Pagliaro

Idioma Origen:

Amor mio,
y es la última vez que te digo
amor mio
te dejo estas palabras
como regalo de despedida.
Te has convertido
en una despreciable represora.
Has traicionado todos los cantos de libertad
que cantaste durante tantos años
y a cualquier hora.
Eres en el fondo el verdugo de tu corazón
lo has condenado
a la desdicha por desacato
por decirte lo que siente
y lo que piensa
porque me sigue amando
contra tu voluntad...
Lo estas torturando al pobre
como torturaba la inquisición
los corazones mas nobles e independientes.
Quieres que abjure
que niegue su convencido amor
y estás azotando tu cuerpo por la misma causa
porque todavía me desea
y me reclama a tu pesar
te has propuesto quemar en la hoguera del amor legal
las palabras mas libres que nos hemos dicho,
el libro inconcluso
de nuestra historia
como si fuese una historia
de pecados y herejias
No te mereces vivir en este tiempo
de reivindicaciones
en cualquier dictadura
habrías tenido un mejor espacio
le habrías pedido los documentos
a las concubinas
y encarcelado a los amantes
más apasionados
¿Qué te ha sucedido?
¿Quién te lavó el pelo y también el cerebro?
¿A dónde fue a parar la bandera
de la revolucion femenina
y aquello de que el matrimonio
es la tumba del amor?
¿Y el amor libre, el aquí y ahora?
De cualquier modo en esta represión
sucumbirá sólo tu amor
le tirarás a quemarropa
solamente a tus sentimientos
Estoy seguro que tu sexo quedará desparramado
por las calles de un futuro sórdido
y confortable
ningún arrepentimiento
te salvará de la maldición de tu alma
vivirás acosada
por las demandas de tu corazón
y tu cuerpo te echará en cara
el goce y la dicha que le privaste
yo saldré ileso de todo esto;
con algunos golpes y un par de heridas,
pero ileso.
Listo para volver al mar donde me conociste
no podrás prohibirme
todo el amor que siento por ti
y que repartiré de puerto en puerto
a cada mujer que me espera
Idioma Destino:

Amor mio,
y es la última vez que te digo
amor mio
te dejo estas palabras
como regalo de despedida.
Te has convertido
en una despreciable represora.
Has traicionado todos los cantos de libertad
que cantaste durante tantos años
y a cualquier hora.
Eres en el fondo el verdugo de tu corazón
lo has condenado
a la desdicha por desacato
por decirte lo que siente
y lo que piensa
porque me sigue amando
contra tu voluntad...
Lo estas torturando al pobre
como torturaba la inquisición
los corazones mas nobles e independientes.
Quieres que abjure
que niegue su convencido amor
y estás azotando tu cuerpo por la misma causa
porque todavía me desea
y me reclama a tu pesar
te has propuesto quemar en la hoguera del amor legal
las palabras mas libres que nos hemos dicho,
el libro inconcluso
de nuestra historia
como si fuese una historia
de pecados y herejias
No te mereces vivir en este tiempo
de reivindicaciones
en cualquier dictadura
habrías tenido un mejor espacio
le habrías pedido los documentos
a las concubinas
y encarcelado a los amantes
más apasionados
¿Qué te ha sucedido?
¿Quién te lavó el pelo y también el cerebro?
¿A dónde fue a parar la bandera
de la revolucion femenina
y aquello de que el matrimonio
es la tumba del amor?
¿Y el amor libre, el aquí y ahora?
De cualquier modo en esta represión
sucumbirá sólo tu amor
le tirarás a quemarropa
solamente a tus sentimientos
Estoy seguro que tu sexo quedará desparramado
por las calles de un futuro sórdido
y confortable
ningún arrepentimiento
te salvará de la maldición de tu alma
vivirás acosada
por las demandas de tu corazón
y tu cuerpo te echará en cara
el goce y la dicha que le privaste
yo saldré ileso de todo esto;
con algunos golpes y un par de heridas,
pero ileso.
Listo para volver al mar donde me conociste
no podrás prohibirme
todo el amor que siento por ti
y que repartiré de puerto en puerto
a cada mujer que me espera