Traducción de la letra Tlatelolco iii de José de Molina

Idioma Origen:

Ay mi pueblo no lo olvides,
Que el olvidar es ofensa,
Y entre silencio y olvido,
Te ahogaría la vergüenza.

La sangre de Tlatelolco,
Mancho las barbas de Dios,
Salpico las alas libres,
Y el ave se desplomo.

Malditos sean los días,
Y las hordas criminales,
Maldito el encubridor,
Malditos los Generales.

Ay mi pueblo no lo olvides,
Que el olvidar es ofensa,
Y entre silencio y olvido,
Te ahogaría la vergüenza.

Los ojos desorbitados,
Las espaldas destrozadas,
Luceros acribillados,
De estrellas que se apagaban.

Y un silencio conveniente,
De cómplices sucesores,
Con conciencia decadente,
Y frívolos redactores.

Ay mi pueblo no lo olvides,
Que el olvidar es ofensa,
Y entre silencio y olvido,
Te ahogaría la vergüenza.

Y El Chacal sigue viviendo,
Y raptan los diputados,
Y croan los senadores,
Y se arrastran los soldados.

Los ojos desorbitados,
Las espaldas destrozadas,
Luceros acribillados,
De estrellas que se apagaban.

Ay mi pueblo no lo olvides,
Que el olvidar es ofensa,
Y entre silencio y olvido,
Te ahogaría la vergüenza.
Idioma Destino:

Ay mi pueblo no lo olvides,
Que el olvidar es ofensa,
Y entre silencio y olvido,
Te ahogaría la vergüenza.

La sangre de Tlatelolco,
Mancho las barbas de Dios,
Salpico las alas libres,
Y el ave se desplomo.

Malditos sean los días,
Y las hordas criminales,
Maldito el encubridor,
Malditos los Generales.

Ay mi pueblo no lo olvides,
Que el olvidar es ofensa,
Y entre silencio y olvido,
Te ahogaría la vergüenza.

Los ojos desorbitados,
Las espaldas destrozadas,
Luceros acribillados,
De estrellas que se apagaban.

Y un silencio conveniente,
De cómplices sucesores,
Con conciencia decadente,
Y frívolos redactores.

Ay mi pueblo no lo olvides,
Que el olvidar es ofensa,
Y entre silencio y olvido,
Te ahogaría la vergüenza.

Y El Chacal sigue viviendo,
Y raptan los diputados,
Y croan los senadores,
Y se arrastran los soldados.

Los ojos desorbitados,
Las espaldas destrozadas,
Luceros acribillados,
De estrellas que se apagaban.

Ay mi pueblo no lo olvides,
Que el olvidar es ofensa,
Y entre silencio y olvido,
Te ahogaría la vergüenza.