Traducción de la letra Un sueño y un café con mustafa yoda de Juaninacka

Idioma Origen:

¿Sabes qué? Vino mi abuelo y me preguntó: '¿Está despierto?', y soñando le contesté...

El infierno tiene la temperatura de mi cuerpo y la misma edad del desierto. Soñar despierto, caminás muerto buscando un momento que no duela. Desespera saber que el tiempo sin alas igual vuela, ayer se llevó a mi jóven abuela. Dejó un niño esperándola bajo el árbol de ciruela, buscándola en cada a capella de éste estilo lágrimas de vela.

Un abrigo por ahí guía afuera, almas en pena hoy cumplen su condena como una abeja reina sin colmena. Tu dolor entra por mi oreja y corre por mi vena y, sin amor, una flor crece sin color, y me envenena el sabor amargo del rencor. La locura de la ciudad veo en mi licor, el cielo no existe donde el honor es de un triste soñador. Al suelo volviste, buscando el calor del consuelo que se resiste a préstarte un pañuelo. Despertaste a la hora del café.

Hace una mañana fría, la lluvia en la ventana me despierta. No hace buen día, las puertas del cielo están abiertas. Grito, mientras me pongo el chándal, me irrito. Sí, los charcos de la calle me dicen 'no salgas', pero las mantas ya están frías, frías como la calle. Ando con el estómago vacío, buscando un bar para desayunar. Medio dormido aún, veo el baho cuando respiro, apenas ha amanecido.

Huele a tabaco, huele a coñac, huele a tostadas;
huele jamón, mantequilla, mermelada y sobre todo a café. Normalmente quiero zumo, pero hoy no, hoy quiero pan crujiente, y el humo que sale de un vaso de leche caliente. Es invierno, y entro en el bar y pido café o me duermo. En la barra, un viejo se bebe un chupito de anís, justo al lado de un pureta que está leyendo El País.

Cuadrillas de albañiles en las mesas de atrás hablan de fútbol, mirando a dos cajeras del Más que hablan de hombres. Le digo al camarero que quiero un cortado, la viena con aceite, jamón no si es deshuesado. Uno del Lipasam le pide fuego, un camarero es nuevo. Ya no me quemo los dedos con el café y bebo. Pregunto lo que debo, pago, hago una parada en el lavado y hasta luego. En la calle todo el mundo tiene prisa, el sol avisa por detrás de las nubes un día más y enseña la cara. Los coches se paran, me pongo los cascos. Le doy al play, me fundo con el atasco. De nuevo estoy vivo, tío, con un café.

Un sueño y ¿qué? Un sueño y un café. Un café y ¿qué? Un sueño y un café. Un sueño y ¿qué? Un sueño y un café. Un café y ¿qué? Un sueño y un café.

Aroma ¿a qué? Aroma a café.Aroma y ¿qué? Un sueño y un café.Un sueño y ¿qué? Un sueño y café.Un sueño y ¿qué? Un sueño y un café.
Idioma Destino:

¿Sabes qué? Vino mi abuelo y me preguntó: '¿Está despierto?', y soñando le contesté...

El infierno tiene la temperatura de mi cuerpo y la misma edad del desierto. Soñar despierto, caminás muerto buscando un momento que no duela. Desespera saber que el tiempo sin alas igual vuela, ayer se llevó a mi jóven abuela. Dejó un niño esperándola bajo el árbol de ciruela, buscándola en cada a capella de éste estilo lágrimas de vela.

Un abrigo por ahí guía afuera, almas en pena hoy cumplen su condena como una abeja reina sin colmena. Tu dolor entra por mi oreja y corre por mi vena y, sin amor, una flor crece sin color, y me envenena el sabor amargo del rencor. La locura de la ciudad veo en mi licor, el cielo no existe donde el honor es de un triste soñador. Al suelo volviste, buscando el calor del consuelo que se resiste a préstarte un pañuelo. Despertaste a la hora del café.

Hace una mañana fría, la lluvia en la ventana me despierta. No hace buen día, las puertas del cielo están abiertas. Grito, mientras me pongo el chándal, me irrito. Sí, los charcos de la calle me dicen 'no salgas', pero las mantas ya están frías, frías como la calle. Ando con el estómago vacío, buscando un bar para desayunar. Medio dormido aún, veo el baho cuando respiro, apenas ha amanecido.

Huele a tabaco, huele a coñac, huele a tostadas;
huele jamón, mantequilla, mermelada y sobre todo a café. Normalmente quiero zumo, pero hoy no, hoy quiero pan crujiente, y el humo que sale de un vaso de leche caliente. Es invierno, y entro en el bar y pido café o me duermo. En la barra, un viejo se bebe un chupito de anís, justo al lado de un pureta que está leyendo El País.

Cuadrillas de albañiles en las mesas de atrás hablan de fútbol, mirando a dos cajeras del Más que hablan de hombres. Le digo al camarero que quiero un cortado, la viena con aceite, jamón no si es deshuesado. Uno del Lipasam le pide fuego, un camarero es nuevo. Ya no me quemo los dedos con el café y bebo. Pregunto lo que debo, pago, hago una parada en el lavado y hasta luego. En la calle todo el mundo tiene prisa, el sol avisa por detrás de las nubes un día más y enseña la cara. Los coches se paran, me pongo los cascos. Le doy al play, me fundo con el atasco. De nuevo estoy vivo, tío, con un café.

Un sueño y ¿qué? Un sueño y un café. Un café y ¿qué? Un sueño y un café. Un sueño y ¿qué? Un sueño y un café. Un café y ¿qué? Un sueño y un café.

Aroma ¿a qué? Aroma a café.Aroma y ¿qué? Un sueño y un café.Un sueño y ¿qué? Un sueño y café.Un sueño y ¿qué? Un sueño y un café.