Es un anciano Quien rasguña el violín En algún lugar De esta ciudad Desdibujada
A su lado, El perro sordo De la noche Se lame las llagas Azules Y duerme
A veces pasa un auto, Un pájaro vestido De persona Y sin embargo
El anciano No se inmuta El toca para sí, Para una flor De frío, Para que no se derrumbe el crepúsculo.
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