(Filipenses 4:9)
1. Jehová, Dios de la paz, Dios de amor eterno y leal: te suplico que me ayudes y me des serenidad. Confiado vivo yo, pues tu Hijo me compró. Con tu paz insuperable guardarás mi corazón.
2. En vano el mundo va tras la paz y la unidad, mas tu pueblo ya disfruta de este don espiritual. Tu voluntad haré y mis votos cumpliré. Inquietud y frustraciones con tu paz alejaré.
3. Tu mandamiento es el deleite de mi ser; me da fuerzas, me sostiene y mis pasos guía fiel. Rocío matinal es tu paz, Señor Jehová, a mi alma reverdece y me libra de ansiedad.
(Véanse también Sal. 4:8; Fili. 4:6, 7; 1 Tes. 5:23.)
|