Porque te quiero a ti, porque te quiero, cerré mi puerta una mañana y eché a andar.
Porque te quiero a ti, porque te quiero, dejé los montes y me vine al mar.
Tu nombre me sabe a yerba de la que nace en el valle a golpes de sol y de agua.
Tu nombre me lleva atado en un pliego de tu talle y en el bies de tu enagua.
Porque te quiero a ti, porque te quiero, aunque estás lejos yo te siento a flor de piel.
Porque te quiero a ti, porque te quiero, se hace más corto el camino aquel.
Porque te quiero a ti, porque te quiero, mi voz se rompe como el cielo al clarear.
Porque te quiero a ti, porque te quiero, dejo esos montes y me vengo al mar.
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