Yo crié un palomo, caramba, sólo para mi recreo. Me paso llorando, caramba, cuando no lo veo.
¡Ay, mi palomo, tanto que lo amé! Dejándome sola, caramba, se voló y se fue.
Él no come trigo caramba ni tampoco arroz, sólo se alimenta, caramba, con mi fino amor.
Me subo a un cerrito, caramba, por verlo pasar, lo tapa una nube, caramba, me pongo a llorar.
|