Recuerdo ayer, salí trabajar sin prisa pero sin pausa. Y en un cartel que vi en un lugar mi nombre figuraba. Mi dirección, mi teléfono, también el de mis conocidos. La firma al pie no pude leer pero sí mi apellido. Y ahora sé, sé, sé, sé que no va a volver el dinero perdido. sé, sé, sé, sé que el juego ya no me parece divertido. Dicen que el crimen no paga. Y es pecado el apostar. Tengo que buscar asilo en Japón, en Alaska o Pakistán... En casa estoy al anochecer, pensando seriamente cambiar mi vida, dejar de jugar y ser bueno con la gente. Prometo hacer obras de caridad porque mi vida apesta. Ser limpio, sano y puro, decente y normal, si me salgo de esta Y ahora sé, sé, sé, sé que no va a volver el dinero perdido. Y ahora sé, sé, sé, sé que el juego ya no me parece divertido. Y ahora sé, sé, sé, sé que vienen por mí, y se aproxima mi muerte. Y ahora sé, sé, sé, sé que ni en el final tengo un poco de suerte
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