Muchedumbre mirando al suelo sin paz, la única elección es entre dos marcas. Lo cotidiano absorvió nuestras diferencias, las procesó, las embaló y las puso en venta. Las convirtió en una necesidad. "¡Podemos obtener lo que queramos!" Nos empapamos en una lluva de ideas (brainstorming). Y entonces vimos que era bueno, entonces vimos que conviene, entonces vimos claramente que realmente no hay para qué pelear. Si no existe nada ni nadie que pueda poner fin a esta gran venta. Porque no es necesario.
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