Vuelvo aquí por la magia de tu música. Tus cuerdas son caminos que me traen el ayer, vuelve la vida a mis paisajes, al oírte, guitarra.
Justo aquí, a la orilla de un atardecer, fue como un vendaval mezcla de miedo y de calor, amor, por primera vez yo fui mujer, sentí nacer la belleza.
Tus manos fueron mis manos y tu mirar mi mirada.
Junto a ti hasta el río se llenó de amor y un nuevo resplandor como un torrente me cegó, después el tiempo lo apagó y hoy es sólo un acorde.
Tus manos fueron mis manos y tu mirar mi mirada. Siempre unidos para siempre.
Vuelvo aquí por la magia de tu música. Tus cuerdas son caminos que me traen el ayer, vuelve la vida a mis paisajes al oírte, guitarra.
Y aunque no estás aquí todo me sabe a ti, en Aranjuez.
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