Él pasaba la vida en hoteles de una noche, ella lo perdió todo en el asiento trasero de un coche. Y él siempre dijo ¡ay! que tenía una historia que contar, ella no tenía nada y aquel día decidió escuchar.
Él se asomaba ¡ay! al escote de la soledad, en el mismo bar donde ella convertía sus sueños en humo. Y él siempre dijo ¡ay! que debió de quedar algo donde algo hubo, y así abandonaba el paraíso de un placer artificial.
Él se acerco preguntándole su nombre, ella pensó para sí, sé amable pero hoy no hay ganas de hombres. Y él insistió tengo una casa y una cama vacías, y ella contesto así esta mi corazón.
"Ella dijo que cada historia tiene su final, y he aprendido a no volver la vista atrás. Él le dijo no te asustes si hoy no quiero amar, si esta noche solo quiero despertar contigo. Y nada más".
La noche entraba para iluminar el cuarto, ella se desnudaba ayudaba de otras manos. Él beso el oscuro pozo que dibujaban sus labios, ella recorrió el espacio vacío q dejaban sus brazos.
Él intento memorizar todo su cuerpo, para poder disponer de aquel placer en cualquier otro momento. Ella intento darle un sentido a todo aquello, el mintió piadoso y necesitado claro q te quiero.
Ella despertó desnuda y sola encima del colchón, tratando de recordarle sino en la mente en los muslos. Él quizá estaría preguntándole su nombre a otra mujer, ella se vistió tranquila y salió de aquel hotel.
"Ella dijo que cada historia tiene su final, y he aprendido a no volver la vista atrás. Él le dijo no te asustes si hoy no quiero amar, si esta noche solo quiero despertar contigo. Y nada más".
"Ella dijo que cada historia tiene su final, y he aprendido a no volver la vista atrás. Él le dijo no te asustes si hoy no quiero amar, si esta noche solo quiero despertar contigo. Y nada más
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