(Chacarera)
Dulce luna de mi Córdoba colgadita de tu cielo, tan bonita y tan lejana como mis sueños.
Ya tu luz sobre los álamos pone un velo de infinito y un amor que fue silencio se vuelve grito.
Confidente de esta lágrima que se va con su recuerdo, no le digas que he llorado porque la quiero.
ESTRIBILLO
Cuando tu carita pálida se humedece en la laguna, yo me acuerdo de otra noche y de otra luna.
Suena el grillo su dulcísima serenata en una cueva. No parece que cantara, más bien se queja.
Por las ramas de los árboles pasa el viento jugueteando, es el duende de la noche que se hace canto.
Yo te doy toda esta música, mi lunita cordobesa, y las perlas del rocío sobre la sierra.
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