Mis manos de tinta tus labios de aire la luz de tus ojos da vida al fuego en mi sangre
de piedra mis piernas de pluma mi pecho con tu color se visten tan dulces mis sueños
de sombra es el miedo de carne el deseo la miel de tu aroma es la brisa que me da aliento
vos sos el consuelo que abriga mi herida con tu color se visten tan dulces mis días
somos dueños del amor somos parte del misterio que nos roba la razón y nos vuelve eternos que nos cura las heridas viejas del corazón
me sueñan tus besos te extrañan mis versos me pierdo en las horas que se hacen carne en mi anhelo
anudo un pañuelo te encuentro en mi espacio me hundo en la sombra te espero en mi abrazo
te vas hacia el cielo con las alabanzas que rezan mis manos acariciandote el alma
me voy como un trueno con mi pensamiento al centro de tu cuerpo me llevan los vientos
somos dueños del amor somos parte del misterio que nos roba la razón y nos vuelve eternos que nos cura las heridas viejas del corazón
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