Un recital, una vuelta en un club un aire hermoso, una noche de aquellas una mujer, un ombligo, un lunar un pasto un tanto húmedo, una dulce antrofagia
A mí también se me olvidó mi nombre
Un mil quinientas personas o más una canilla más libre que el mundo una mujer, un arito, un collar la Cruz del Sur brillando justo encima de su hombro
A mí también se me olvidó mi nombre
Y al fin, cuando voy a dormir no me muevas el mundo, por dios no me lo muevan y al fin cuando quiero gritar nadie que me venga a escuchar
Un par de versos que nunca anoté un tiempo mucho más veloz que el tiempo una muchacha caníbal y yo una parva de estrellas enredadas en su pelo
A mí también se me olvidó mi nombre
Y al fin, cuando voy a dormir no me muevas el mundo, por dios no me lo muevan y al fin cuando quiero gritar nadie que me venga a escuchar
|