Decían que cargaba el diablo mentiras no tiraba nada lo que traigo en mi cintura es una pistola escuadra
robaba y mataba gente porque asi se divertía su cabeza tenia precio quince mil pesos valía
su madrecita llorando lloraba y se los decia si me dieran libre a mi hijo quince mil pesos daria
ya no llores madresita ya no les ofrezcas nada que llegando aquel cerrito yo me rio de la acordada
ya no llores madrecita no me estes atormentando que de cien vidas que debo con una la estoy pagando
y juan martha era querido y temido del gobierno los rurales le temian como si fuera veneno
esta noche con la luna y mañana con el sol me van a quitar la vida sea por el amor de dios
ya con esta me despido pero les dejo una carta para que sigan contando el corrido de Juan Martha
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