Vino alegre pura llama, bien chispeador que se enciende de un repente y quiebra la voz y lentito se enceniza cuando el cantor se apaga de a pedacitos como el carbón.
Los viernes llega Castillo, abre el taller y su mano carpintera huele a laurel mientras que por las vetas de un guayavil Montoya sueña que lustra su cielo añil.
Estribillo Ya me voy, florcita’i lana llámame, y vuelvo mañana, repechando en los guadales Sube el camino, zambita de dos ramales viruta’i vino.
Con sus hornadas de coplas, viene Guitia prenda fuego y haga brasas Tata Portal, que si un diablo saca chispas del diapasón, es porque anda de tonadas, Pipo Segón.
Si se duerme el pobrerío, barro hecha piel Cambronero lo despierta con su cincel y si pica el Beto Ojeda, Flor de Alelí, Gonzalez piensa en Bolivia, roja de ají.
Al estribillo
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