La Oma es una mujer de setenta y pico de años, vive en el monte chaqueño, cerquita de San Bernardo.
Tiene los ojos azules como el agua de los mares, porque vino de muy lejos y el cielo quedó en su sangre.
Hay que entrar por las picadas para llegar a su rancho, de barro y apuntalado con quebracho colorado, lleno de árboles el patio y herramientas de trabajo, una volanta, un arado, y el paisaje de su Chaco.
La Oma es feliz con poco, digamos que es mejor con nada. La Oma era rubia y se ve que era una linda alemana. La Oma es feliz con poco, digamos que es mejor con nada. La Oma era rubia y se ve que era una linda alemana.
Qué sola que está la Oma, pero ella no piensa en nada. ¿Cómo pensar en a muerte? Si la Oma es como un hada.
En un ranchito de paja calienta a leña su pava, conversa con un lorito, con el único que habla.
Hay que entrar por las picadas para llegar a su rancho, de barro y apuntalado con quebracho colorado, lleno de árboles el patio y herramientas de trabajo, una volanta, un arado, y el paisaje de su Chaco.
La Oma es feliz con poco, digamos que es mejor con nada. La Oma era rubia y se ve que era una linda alemana. La Oma es feliz con poco, digamos que es mejor con nada. La Oma era rubia y se ve que era una linda alemana.
La Oma es una mujer de setenta y pico de años. fuente: musica.com
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