En una bola de cristal yo quise ver cómo fue ayer
y cómo pudo renacer en éste mundo sin poder.
Desde la nada hoy canta el altivo el nuevo amanecer.
Aferrado a su dios chango. El hijo, la esposa que perdió,
en el mismo viaje el pirata pronto desahució.
En una bola de cristal, yo quise ver cómo fue ayer.
Le juro que no quise estar ¡ay!, yo no pude contener,
cuando el látigo implacable lo dejó sin piel.
Así comenzó y calló, la verdad a nadie reveló. Con sangre y con sudor, su historia escribió.
Cielo de tambores, cielo de tambores,
cielo, cielo que mi raza llena de colores. (Bis).
Al cantar revivió y éste son se quedó, una oración surgió. Y al pensar que iba hacer, que camino coger, su música inspiró. Con la mano al tocar y ese cuero al sonar, ya pudo acompasar. La tonada de un canto, la nobleza que canto, su alma liberó. Con argumentos con dedicación, con clase con fundamentos, son aires que a todos nos pone a gozar. Salsa y amor.
Coro:
Una historia musical quedó allá en la eternidad. (Bis)
Y un cielo, y un cielo, y un cielo de tambores. (Bis)
Pregones
Tomado de AlbumCancionYLetra.comLas caras lindas de mi gente (y un cielo) negra son un vacilón, son un vacilón. (y un cielo)
Con su cotona blanca (de tambores)y sus alitas de seda. (y un cielo), Santa Isabel de las Lajas (y un cielo) querida, si querida ¡ay! (y un cielo) querida, la del velo y la más querida, querida.