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Letra actual de la canción
Ella tiene quince primaveras, pocas mentiras que contar,<br />dos pendientes de primero y aún no ha visto el mar.<br />Mientras lo espera sobre la acera, se derrumba el mundo.<br /><br />Él tiene dieciseis agostos y una nube que robó,<br />y versos de Extremoduro volando en la habitación.<br />Mientras la sueña copia un poema que luego hará suyo.<br /><br />Y como cada tarde, la ciudad se detiene en el instante<br />en el que él la pasa a recoger.<br />"¿Qué tal en clase?". "Llegaste tarde". "No me riñas, ven".<br /><br />Y ella aprieta contra el pecho la carpeta, y en el cielo<br />anémonas de humo, antenas de coral.<br />"Si quieres, mi vida, te rapto yo un día y te llevo a ver el mar".<br /><br />Una tarde como otra cualquiera él la pasará a buscar<br />con el alma en un pañuelo, con el coche de papá.<br />"Sube al barco, niña. Ésta es la huida que te prometí".<br /><br />Ojalá que tengan suerte, tal y como lo soñamos,<br />y al paraíso les lleva a la Nacional 4.<br />"Amor, ¿por qué lloras? ¿Qué es lo que te pasa?" "Será que soy feliz".<br /><br />Y nada más pasar Despeñaperros se les echa encima el sueño<br />y las ganas de compartir sudores.<br />"Paro y nos dormimos". Fuera queda el frio con la oscura noche.<br /><br />Al rato, el coche queda lleno de vahos y de vuelos,<br />en playas infinitas, carretera sin fin.<br />Arenas desiertas, mil atardeceres que acaban en ti.<br /><br />No será la luz del alba lo que los despertará,<br />ni una gran ola rugiendo, no será el olor a sal:<br />una pareja de picoletos pegándoles voces.<br /><br />Como el cristal de los sueños, de camino al cuartelillo.<br />Se han quebrado un par de vidas entre broncas y gritos.<br />¿A quién se le ocurre? Se deshace una nube y una ola se rompe.<br /><br />Y ya de vuelta a la ciudad, donde nunca sabe a sal,<br />la piel y la lluvia, que a veces te besa,<br />se van para casa, escuchan aullidos, golpes que no cesan.<br /><br />Los viejos les prohibieron la salida, el tiempo fue arando sus vidas,<br />quemando poemas, carretera sin fin.<br />De vuelta hacia casa mil atardeceres que acaban sin ti.<br /><br />La ciudad se siguió derrumbando, en la acera mientras tanto<br />anémonas de humo, antenas de coral.<br />Él se pierde en la bruma, ella sólo recuerda cuando mira el mar.<br /><br />Le asalta la duda de estar viva y recuerda alguna huida<br />cuando aún no sabía mentir.<br />"Amor, ¿por qué lloras? ¿Qué es lo que te pasa?" "Será que soy feliz".
Letra nueva de la canción
Ella tiene quince primaveras, pocas mentiras que contar,<br />dos pendientes de primero y aún no ha visto el mar.<br />Mientras lo espera sobre la acera, se derrumba el mundo.<br /><br />Él tiene dieciseis agostos y una nube que robó,<br />y versos de Extremoduro volando en la habitación.<br />Mientras la sueña copia un poema que luego hará suyo.<br /><br />Y como cada tarde, la ciudad se detiene en el instante<br />en el que él la pasa a recoger.<br />"¿Qué tal en clase?". "Llegaste tarde". "No me riñas, ven".<br /><br />Y ella aprieta contra el pecho la carpeta, y en el cielo<br />anémonas de humo, antenas de coral.<br />"Si quieres, mi vida, te rapto yo un día y te llevo a ver el mar".<br /><br />Una tarde como otra cualquiera él la pasará a buscar<br />con el alma en un pañuelo, con el coche de papá.<br />"Sube al barco, niña. Ésta es la huida que te prometí".<br /><br />Ojalá que tengan suerte, tal y como lo soñamos,<br />y al paraíso les lleva a la Nacional 4.<br />"Amor, ¿por qué lloras? ¿Qué es lo que te pasa?" "Será que soy feliz".<br /><br />Y nada más pasar Despeñaperros se les echa encima el sueño<br />y las ganas de compartir sudores.<br />"Paro y nos dormimos". Fuera queda el frio con la oscura noche.<br /><br />Al rato, el coche queda lleno de vahos y de vuelos,<br />en playas infinitas, carretera sin fin.<br />Arenas desiertas, mil atardeceres que acaban en ti.<br /><br />No será la luz del alba lo que los despertará,<br />ni una gran ola rugiendo, no será el olor a sal:<br />una pareja de picoletos pegándoles voces.<br /><br />Como el cristal de los sueños, de camino al cuartelillo.<br />Se han quebrado un par de vidas entre broncas y gritos.<br />¿A quién se le ocurre? Se deshace una nube y una ola se rompe.<br /><br />Y ya de vuelta a la ciudad, donde nunca sabe a sal,<br />la piel y la lluvia, que a veces te besa,<br />se van para casa, escuchan aullidos, golpes que no cesan.<br /><br />Los viejos les prohibieron la salida, el tiempo fue arando sus vidas,<br />quemando poemas, carretera sin fin.<br />De vuelta hacia casa mil atardeceres que acaban sin ti.<br /><br />La ciudad se siguió derrumbando, en la acera mientras tanto<br />anémonas de humo, antenas de coral.<br />Él se pierde en la bruma, ella sólo recuerda cuando mira el mar.<br /><br />Le asalta la duda de estar viva y recuerda alguna huida<br />cuando aún no sabía mentir.<br />"Amor, ¿por qué lloras? ¿Qué es lo que te pasa?" "Será que soy feliz".
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