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Celebraban una boda
en le rancho del Potrero
se estaban matrimoniando
Juanita y Pedro Quintero
desde niños se juraron
tenerse un amor sincero.
Se amaban con toda el alma
y era su gran ilusión
de casarse por la iglesia
ante las leyes de dios
para formar su familia
y ser felices los dos.
La misa se celebraba
todo en silencio quedo
el sacerdote pregunta
si se aceptaban o no
la novia estaba sonriendo
pero nunca contesto.
Sorprendidos se quedaron
de lo que ahí sucedía
el novio muy angustiado
tampoco lo comprendía
que su amada estaba muerta
se había quedado dormida.
Lloraba desesperado
dando gritos de dolor
y se salio de la iglesia
si ninguna dirección
sus hermanos lo siguieron
porque loco se volvió.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Cuando el destino nos llega
no se puede remediar
porque no sabemos cuando
la suerte nos va a cambiar
como Pedro y Juanita
no se pudieron casar.