Idioma Origen:
Sé que no es cosa de suerte,
si te quedas o esta vez te vas,
que mi vida se esconde en tu piel,
y mi piel se cose a tu sombra para siempre...
El eco de tu voz dice ay ay ay,
y suena para siempre,
cada noche entra en mi alma,
y me hace sentir que el cielo se llena sin ti,
de nubes y estrellas fugaces.
Es más que amor,
un vuelco al corazón,
caer en la misma red,
y en la tentación más profunda de cada
mujer,
la que nos cautiva al ser.
Es más que instinto,
más que alucinación,
pasión de ley,
locura y devoción,
la razón para entender que el mundo siga
hoy en pié,
sin perder pié.
Y mientras nuestros labios,
jugando a besar en la oscuridad.
El eco de tu voz dice ay ay ay,
y suena para siempre,
cada noche entra en mi alma,
y me hace sentir que el cielo se llena sin ti,
de nubes y estrellas fugaces.
Soñar de golpe,
hay magia entre los dos,
ni tú, ni yo,
ahora somos parte de la misma sensación,
recorriendonos la piel, la misma piel.
Y mientras nuestros cuerpos,
aprendiendo a amar en la oscuridad
El eco de tu voz dice ay ay ay,
y suena para siempre,
cada noche entra en mi alma,
y me hace sentir que el cielo se llena sin ti,
de nubes y estrellas fugaces.
Idioma Destino:
Sé que no es cosa de suerte,
si te quedas o esta vez te vas,
que mi vida se esconde en tu piel,
y mi piel se cose a tu sombra para siempre...
El eco de tu voz dice ay ay ay,
y suena para siempre,
cada noche entra en mi alma,
y me hace sentir que el cielo se llena sin ti,
de nubes y estrellas fugaces.
Es más que amor,
un vuelco al corazón,
caer en la misma red,
y en la tentación más profunda de cada
mujer,
la que nos cautiva al ser.
Es más que instinto,
más que alucinación,
pasión de ley,
locura y devoción,
la razón para entender que el mundo siga
hoy en pié,
sin perder pié.
Y mientras nuestros labios,
jugando a besar en la oscuridad.
El eco de tu voz dice ay ay ay,
y suena para siempre,
cada noche entra en mi alma,
y me hace sentir que el cielo se llena sin ti,
de nubes y estrellas fugaces.
Soñar de golpe,
hay magia entre los dos,
ni tú, ni yo,
ahora somos parte de la misma sensación,
recorriendonos la piel, la misma piel.
Y mientras nuestros cuerpos,
aprendiendo a amar en la oscuridad
El eco de tu voz dice ay ay ay,
y suena para siempre,
cada noche entra en mi alma,
y me hace sentir que el cielo se llena sin ti,
de nubes y estrellas fugaces.