Traducción de la letra Requiem Por Una Magdalena de Marta Quintero

Idioma Origen:

Quien tiene las llaves,
las puertas del cielo,
quien es el que juzga
a los malos y a los buenos (x4)

Oye mujer dígame si no eres pura rutina,
ya tu amor se murió y reside en una esquina,
el reloj marca las dos y tu cuerpo destrozado,
es que Dios y tu corazón
se han propuesto hacer un trato,
esta vida a esta magdalena
con la muerte le ha pagado.

Lleva el mejor vestido para la ocasión,
su bolso, un pintalabios y su mayor fortuna,
la calle solitaria y el viejo farol,
la noche la llamaba hija de la luna,
el brillo de sus ojos te hacía sentir,
que no hay hogar más dulce
que el sillón de un coche
con un pintalabios y un triste carmín
seria tu Cenicienta reina de la noche.

Ia Ie Ia Ie Sana Turantu tu raina
Ia Ie Ia Ie Sana Turantu tu raina

Dígame, que hago aquí en estas puertas del cielo,
soy un alma infeliz que nunca dijo te quiero,
me entregue al infiel solamente por dinero,
nunca fui esa mujer que se muere por un beso,
dígame que hago aquí en estas puertas del cielo

Lleva el mejor vestido para la ocasión,
su bolso, un pintalabios y su mayor fortuna,
la calle solitaria y el viejo farol,
la noche la llamaba hija de la luna,
el brillo de sus ojos te hacía sentir,
que no hay hogar mas dulce
que el sillón de un coche
con un pintalabios y un triste carmín
seria tu Cenicienta reina de la noche.

La noche va terminando cuando va despuntando el día,
por el cielo va caminado de la soledad la compañía

Y en el silencio de aquella calle
resuena aun sus tacón lejano,
y en la pensión de la Calle Pinto
yacen sus trajes en un armario,
una oración para la que peca,
ya que el infierno la esta esperando
y este puto reino para el inocente
que siempre la utiliza y lava sus manos

Lleva el mejor vestido para la ocasión,
su bolso, un pintalabios y su mayor fortuna,
la calle solitaria y el viejo farol,
la noche la llamaba hija de la luna,
el brillo de sus ojos te hacían sentir,
que no hay hogar más dulce
que el sillón de un coche
con un pintalabios y un triste carmín
seria tu Cenicienta reina de la noche.

Quien tiene las llaves,
las puertas del cielo,
quien es el que juzga a
los malos y a los buenos (x5)
Idioma Destino:

Quien tiene las llaves,
las puertas del cielo,
quien es el que juzga
a los malos y a los buenos (x4)

Oye mujer dígame si no eres pura rutina,
ya tu amor se murió y reside en una esquina,
el reloj marca las dos y tu cuerpo destrozado,
es que Dios y tu corazón
se han propuesto hacer un trato,
esta vida a esta magdalena
con la muerte le ha pagado.

Lleva el mejor vestido para la ocasión,
su bolso, un pintalabios y su mayor fortuna,
la calle solitaria y el viejo farol,
la noche la llamaba hija de la luna,
el brillo de sus ojos te hacía sentir,
que no hay hogar más dulce
que el sillón de un coche
con un pintalabios y un triste carmín
seria tu Cenicienta reina de la noche.

Ia Ie Ia Ie Sana Turantu tu raina
Ia Ie Ia Ie Sana Turantu tu raina

Dígame, que hago aquí en estas puertas del cielo,
soy un alma infeliz que nunca dijo te quiero,
me entregue al infiel solamente por dinero,
nunca fui esa mujer que se muere por un beso,
dígame que hago aquí en estas puertas del cielo

Lleva el mejor vestido para la ocasión,
su bolso, un pintalabios y su mayor fortuna,
la calle solitaria y el viejo farol,
la noche la llamaba hija de la luna,
el brillo de sus ojos te hacía sentir,
que no hay hogar mas dulce
que el sillón de un coche
con un pintalabios y un triste carmín
seria tu Cenicienta reina de la noche.

La noche va terminando cuando va despuntando el día,
por el cielo va caminado de la soledad la compañía

Y en el silencio de aquella calle
resuena aun sus tacón lejano,
y en la pensión de la Calle Pinto
yacen sus trajes en un armario,
una oración para la que peca,
ya que el infierno la esta esperando
y este puto reino para el inocente
que siempre la utiliza y lava sus manos

Lleva el mejor vestido para la ocasión,
su bolso, un pintalabios y su mayor fortuna,
la calle solitaria y el viejo farol,
la noche la llamaba hija de la luna,
el brillo de sus ojos te hacían sentir,
que no hay hogar más dulce
que el sillón de un coche
con un pintalabios y un triste carmín
seria tu Cenicienta reina de la noche.

Quien tiene las llaves,
las puertas del cielo,
quien es el que juzga a
los malos y a los buenos (x5)