Traducción de la letra Sin empleo de Los Suaves

Idioma Origen:

Por la mañana
llegas a la fábrica oscura y fría
La máquina está parada
triste desprende ruina
Del despacho baja el amo, dice:
"Hijos míos, no hay trabajo.
No hay pedidos, tengo que cerrar,
nada os oculto, me vienen a embargar
mañana".

Es el fin, todo ha acabado
Os miráis con espanto.
La máquina callada,
los puños apretados, pensando...
pensando.

Ya seis meses sin jornal
seguro "del paro" agotado,
dinero cobarde se esconde,
las empresas han cerrado.
Por la mitad del salario
te has ofrecido, es igual.
Tres millones de parados
estadísticas y tú uno más.

Por última vez lo intentas,
piensas pedir, tienes la mano.
También llegas hasta el puente
pero no puedes, tu hora no ha llegado.

Espera desesperada,
en el portal tu mujer.
Tiene el crédito agotado,
en casa no hay que comer.
¿Qué hay? pregunta cuando llegas.
tú no contestas y callas,
agachando la cabeza
subes pálido a la casa.

Tu hija arriba no duerme,
desde ayer no come nada,
cree que su madre ha bajado
a comprar pan a la tienda de al lado.

Entráis los dos en la casa,
la niña mira tus manos.
Sorprendida al no ver nada,
calla y se acuesta llorando.
El padre está en un rincón
cabeza entre las manos.
La madre calla, abre el gas,
ojos secos, se sienta a su lado.

Es el fin, todo ha acabado
Os miráis con espanto.
La máquina callada,
los puños apretados, pensando...
pensando
Idioma Destino:

Por la mañana
llegas a la fábrica oscura y fría
La máquina está parada
triste desprende ruina
Del despacho baja el amo, dice:
"Hijos míos, no hay trabajo.
No hay pedidos, tengo que cerrar,
nada os oculto, me vienen a embargar
mañana".

Es el fin, todo ha acabado
Os miráis con espanto.
La máquina callada,
los puños apretados, pensando...
pensando.

Ya seis meses sin jornal
seguro "del paro" agotado,
dinero cobarde se esconde,
las empresas han cerrado.
Por la mitad del salario
te has ofrecido, es igual.
Tres millones de parados
estadísticas y tú uno más.

Por última vez lo intentas,
piensas pedir, tienes la mano.
También llegas hasta el puente
pero no puedes, tu hora no ha llegado.

Espera desesperada,
en el portal tu mujer.
Tiene el crédito agotado,
en casa no hay que comer.
¿Qué hay? pregunta cuando llegas.
tú no contestas y callas,
agachando la cabeza
subes pálido a la casa.

Tu hija arriba no duerme,
desde ayer no come nada,
cree que su madre ha bajado
a comprar pan a la tienda de al lado.

Entráis los dos en la casa,
la niña mira tus manos.
Sorprendida al no ver nada,
calla y se acuesta llorando.
El padre está en un rincón
cabeza entre las manos.
La madre calla, abre el gas,
ojos secos, se sienta a su lado.

Es el fin, todo ha acabado
Os miráis con espanto.
La máquina callada,
los puños apretados, pensando...
pensando